Rodrigo Cooper: Encanto por las aves

Rodrigo Cooper: Encanto por las aves

Cuarenta aves y un loro amazónico son los intereses que complementan la vida del abogado Rodrigo Cooper, socio de Cooper & Cía. “Tengo una pajarera con alrededor de 40 aves. Además de los típicos -diamantes, canarios, rosellas, manones, entre otros-, tengo algunos más exóticos, como mirlos de la india y cardenales. También un joven loro amazónico, que se llama Toribio, al que estamos enseñando a hablar”.

Heredó esta afición de su padre, un médico con hobby de ornitólogo, que siempre mantuvo una pajarera en su casa. Rodrigo Cooper, desde pequeño lo ayudaba y, además, criaba canarios.

La principal satisfacción que este interés le entrega, es poder oír el canto de los pájaros y ver sus lindos colores durante todo el año. “Pero lo mejor, es ver nacer y crecer pajaritos, que encuentran en la pajarera un hábitat acogedor y seguro para reproducirse”, explica.

Esta actividad le demanda una atención diaria, debido a la alimentación, pero que no le quita más de 15 minutos y, una vez a la semana, una limpieza profunda de la pajarera y la jaula de Toribio, que en media hora tiene resuelto.

Pero no está solo en esto; sus hijas lo acompañan. “Me ayudan a alimentarlos, criar alimentos especiales para algunos –como los tenebrios, una especie especial de gusanos-, lavar la pajarera y salir juntos a buscar nuevos pájaros raros para comprar, los que son muy difícil de conseguir”, cuenta. Para este abogado, el hecho de que exista algún tipo de mascota en una casa es muy importante. Sus cinco hijas, desde que nacieron han estado rodeadas de perros y pájaros.

A futuro, le interesa poder estudiar más sobre los géneros y especies de las aves y tratar de conseguir  cada vez pájaros más diferentes y obtener cruzas que den resultados interesantes desde el punto de vista morfológico y el canto.