Lo primero es construir estantes para sustentar las bandejas de cultivo, las que pueden ser elaboradas o adquiridas en el mercado. Los estantes se pueden construir en madera o fierro y deben tener una pequeña pendiente para evacuar el agua de las bandejas.
Una vez que se tienen los implementos más importantes se debe proceder a desinfectar las semillas para su posterior germinación. La desinfección se realiza sumergiendo las semillas en una solución con cloro al 0,1% (1 cc de cloro por litro de agua), por tres minutos aproximadamente.
Cuando las semillas están desinfectadas, se tienen que sumergir en agua por un período de 24 horas, proceso llamado imbibición. Se debe orear las semillas por un periodo de dos horas, una vez que se han cumplido las primeras 12.
Cuando se han cumplido las 24 horas de imbibición las semillas son “sembradas en las bandejas”. En los ensayos se emplearon 250 gr de semilla seca por bandeja y las dimensiones de ésta deben ser de 30 x 40 cm.
Luego, se procede a darles total oscuridad a las bandejas para promover la germinación. En los ensayos se cubrió por completo un estante con plástico negro, el cual se utilizó como “cámara de germinación”, donde una vez germinadas las semillas se reubicaron en otro estante a la luz directa.
Una vez terminado el proceso de germinación, las bandejas son expuestas a la luz, cuando ya se asoman las primeras hojas verdes en las semillas. A partir de dicho momento, se debe adicionar urea al agua de riego en una razón de 1gr/ litro de agua.
Pasados 14 días desde la exposición a la luz, las bandejas deben cosecharse. El producto resultante debe ser un pasto de pasto verde, vigoroso, similar a una alfombra, la cual se da en su totalidad al animal, incluyendo raíces, tallos y hojas.